🎙️La canción que convierte la herida en música:🧚♂️“La Tierra del Nunca Jamás”🎶
Un himno nacido del cansancio, la rabia y la esperanza que aún se resiste a morir.
Después de publicar mi artículo “España: la tierra del nunca jamás”, quedó claro que aquello no era solo una reflexión: era el inicio de algo más grande. Esta canción nació de ese mismo grito, de la frustración acumulada, de la precariedad disfrazada de modernidad, de la sensación de vivir en un país (España) que te promete futuro mientras te quita presente.
Esta es la letra completa.
La herida convertida en música.
La voz que me negué a seguir guardando.
La Tierra del “Nunca Jamás”
Letra: Marco Aguirre Cobos
Voces: MärCøboš & La Diva Brown
Producción: MärCøboš & Eliot
The second star to the right,
just across the Milky Way,
that's the way to Neverland…
Hay un país donde nunca crecerás,
es llamada la tierra del nunca jamás.
Parece un cuento de magia, hadas y fantasía,
pero no es mi imaginación: es nuestra realidad.
Vivimos un sistema que esperanza no nos da;
te sangra en las nóminas del mes, sin titubear.
Desde oficinas de cristal te exigen pagar más,
recaudando millones, un progreso que no es real.
Dicen que somos la esperanza del futuro,
que somos parte del cambio por venir,
pero el futuro no nos da lo justo para pagar
el alquiler; vivimos esperando un milagro.
Nos vendieron sueños en cuotas a pagar;
¿tú quieres hipoteca? imposible de tramitar.
El sistema no da soluciones a estos problemas,
poco a poco van muriendo nuestras esperanzas.
Vivimos en la tierra del nunca jamás,
la tierra donde nadie crece y nunca nadie lo hará.
Nunca jamás verás justicia, solo miseria estructural;
una sociedad que envejece nos mintió Peter Pan.
Aquí la fe se pierde y pronto se te olvida;
no hay esperanza, solo con dinero se alquila.
Vivimos como esclavos de un sistema de vida
que nos oprime, nos aplasta y nos quita la vida.
Nos enseñaron a obedecer
a los oligarcas que nos oprimen día a día.
Nos controlan desde sus torres y palacios,
a vivir su mentira en esta cripto-economía.
Y poco a poco nuestros sueños, al olvido;
se firman los finales sin dudar, sin alma viva.
Nos llaman con números, aquí no hay más nombres;
nos dejaron sin voz, con el alma rota y sin vida.
No hay ayuda para los que caen,
solo un buzón eterno donde nadie te responde.
Y un sistema que te golpea, que te humilla:
date cuenta, es la tierra del nunca-nunca jamás.
Vivimos en la tierra del nunca jamás,
la tierra donde nadie crece y nunca nadie lo hará.
Nunca jamás verás justicia, solo miseria estructural;
una sociedad que envejece nos mintió Peter Pan.
Aquí la fe se pierde y pronto se te olvida;
no hay esperanza, solo con dinero se alquila.
Vivimos como esclavos de un sistema de vida
que nos oprime, nos aplasta y nos quita la vida.
I do, I do… I do believe in fairies.
I do believe in us.
De la rabia hecha canción,
de la esperanza al llanto.
Que ardan los muros del miedo:
se acabó este letargo.
Sigo vivo aquí, escribiendo, denunciando, resistiendo;
aún queda una chispa, una rabia que no se apaga.
Nunca jamás callaré mi verdad,
aunque el eco sea mi única amiga.
Y si me quieren callar, ya hice historia:
que esta canción sea un himno de rebeldía.
Vivimos en la tierra del nunca jamás,
la tierra donde nadie crece y nunca nadie lo hará.
Nunca jamás verás justicia, solo miseria estructural;
una sociedad que envejece nos mintió Peter Pan.
¡También puedes escuchar la canción en Spotify!
¿Por qué publicarla?
Porque cada verso sintetiza una vida: la mía, la de muchos. Porque compartir la letra no es solo mostrar arte, es convocar comunidad. No se trata de victimismo, se trata de dignidad. Se trata de reconocer que la herida está ahí y que merece canción.
Conectando con el artículo
El artículo original en: macdigitalmkt.com/blog/11-13-2025
Habla de un país que se parece cada vez más a un cuento que nunca termina… de una versión adulta de Neverland. Esta canción lleva esa idea al sonido: ritmo pausado, cuerdas, voces que se alzan cuando el silencio ya no da más. Musicalmente y poéticamente, es una extensión del mismo grito.
¡Gracias!
Por estar aquí. Por escuchar, leer, compartir. Lo que empezó como un artículo se transformó en algo más amplio. Si sientes este himno, úsalo. Cántalo. Compártelo. Que la herida deje de estar sola.
Nunca Jamás es una herida… pero también un grito:
